LA DEPRESIÓN
Como una enredadera rodea el dolor hasta asfixiarlo, hasta que duele más.
Y la quieres arrancar aunque sea con los dientes, arañando con las uñas hasta resquebrajarlas. Se adhiere a tus recuerdos, a tus terrores, a tu soledad.
Pero pasan los días y se enquista en el alma hasta dejarla helada.
Y te das cuenta que hace tiempo que no vives; simulas vivir.
Es como ese ciego por accidente, que cuando sueña ve, y al despertar se sorprende al recordar que ya no puede ver.
Te pesa la vida, te aplasta, te roba el aire, y te amenaza con un mañana.
Como una enredadera rodea el dolor hasta asfixiarlo, hasta que duele más.
Y la quieres arrancar aunque sea con los dientes, arañando con las uñas hasta resquebrajarlas. Se adhiere a tus recuerdos, a tus terrores, a tu soledad.
Pero pasan los días y se enquista en el alma hasta dejarla helada.
Y te das cuenta que hace tiempo que no vives; simulas vivir.
Es como ese ciego por accidente, que cuando sueña ve, y al despertar se sorprende al recordar que ya no puede ver.
Te pesa la vida, te aplasta, te roba el aire, y te amenaza con un mañana.
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