La mayoría de los seres humanos morimos sin haber llegado a conocernos a nosotros mismos.

Nuestra verdadera esencia solo se conoce cuando uno está sometido bajo una gran presión y-o cuando conseguimos alcanzar un gran Poder sobre los demás.

Pondré dos ejemplos:

En una ruptura de pareja, cuando quien deja ha dejado de amar y la otra persona sigue enamorada, su comportamiento con el/la abandonado/a puede hacer surgir su esencia. Lo más profundo e íntimo de su personalidad. En la esencia que surgirá, exenta ya de amor, no condicionada por éste, se descubrirá su verdadera naturaleza. Esta podrá ir de la ayuda al/la desamparado/a, hasta la más absoluta crueldad, pasando por la indiferencia, o incluso el asco.

Cuando algún político alcanza el Poder, un político que era idealista en un principio, y que luego cuando está en lo más alto en lugar de recordar y ayudar a los que estuvieron en su misma situación o peor, solo piensa en mantenerse en él, será capaz de engañarse hasta el infinito para justificar todos sus actos injustos. Surgirá su verdadera esencia que le llevará desde la corrupción hasta el asesinato, o el genocidio.

Hay personas que parecen buena gente, pero tan solo es porque no han conocido la Presión y-o el Poder casi absolutos.